Retrato de joven
Caracas, Venezuela
Hombre del campo
Sabana Redonda, Lara, Venezuela
Joven emprendedora
Impact Hub, Caracas, Venezuela
Mujer de Birongo
Birongo, Miranda, Venezuela
Retrato de la risa
Birongo, Miranda, Venezuela
Mis ninfas (Selene, Vania y Simoné)
La penumbra no deja espacio a la duda...
estoy solo...
la congoja y la melancolía se suben palmo a palmo, del pecho a la garganta...
parecen horadar un desierto, salpicando arena y sequedad...
tristeza.
Más la imagen de tu sonrisa, Verónica, me aliviana el alma...
el recuerdo de tu risa Lola, me hace querer oír con más agudeza...
tu voz de mujer grande, Selene, me enamora de estas horas.
Mis tres hermosas ninfas, hijas de Zeus, que animan mi espíritu...
aman, cantan, bailan y tejen en los urdiembres de mi destino...
una fresca brisa de verano, una caricia en tela de ovino...
un manantial de miradas tiernas, dulces sonrisas de niñas...
un remolino de amores, un caudal del amor divino.
Aún en mi tragedia, Náyades, Oceánides y Nereidas...
son ustedes, hijas mías, arroyos de aguas dulces que me rescatan del inframundo...
haciendo sentir afecto a este loco, insano por el desamor sentido...
el dolor se torna olvido, y un regocijo cálido me va arrebatando el frío.
Gracias mis bellas doncellas por amarme aún vacío...
seré por siempre su padre, aún cuando ya haya partido.