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Retrato de joven
Caracas, Venezuela
Hombre del campo
Sabana Redonda, Lara, Venezuela
Joven emprendedora
Impact Hub, Caracas, Venezuela
Mujer de Birongo
Birongo, Miranda, Venezuela
Retrato de la risa
Birongo, Miranda, Venezuela
Yo no soy la frontera de un recuerdo - César Segovia, Próximo tren
"Yo no soy la frontera de un recuerdo. Soy una memoria que se inventa en los resquicios de las avenidas. Yo no soy el pretérito imperfecto. Soy un gerundio colando[se en] el presente perfecto. Yo no soy ni tren, ni riel, ni andén. Soy el tránsito desnudo de una palabra por decir. Soy el margen, el borde de unos ojos ya sin noche. Soy el desvarío de una lágrima que se pierde en la comisura de una sonrisa"
César Segovia. Próximo tren
César Segovia. Próximo tren
El desamor es un yermo amargo, cargado de soledad. Desde allí todo pierde su color, todo es triste y gris como la traición. Nadie merece ser abandonado en tal erial, lugar de penas e incertidumbre. Así que arregla tus alas y hecha de nuevo a volar, busca tu primavera y quizá un día un alma como la mía te acompañe a nuevo hogar Se feliz, es mi deseo por ti dulce ave amada mía #poema #poem #poegrafia
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Escribir desde otra emoción
Cuando se está habituado a la tristeza, se aprecia sensiblemente cuando se ha marchado. Aunque las condiciones objetivas de mi vida no han variado significativamente, el hecho de que ya no experimente melancolía, o la fuerza de la depresión, es algo en extremo agradable. De cierta forma es un momento de felicidad.
También ha cambiado la forma como interpreto al mundo. Dicho cambio en mi percepción ha logrado una transformación que quizás pocos, además de mi mismo, puedan apreciar. Es como si en parte algo de lo que estaba roto en mi alma se ha recompuesto.
No tengo claridad sobre lo que he de hacer en mi vida en este momento. No sé que caminos tomaré. No tengo planes. Sólo tengo la certeza de que mi emocionalidad no hará más estragos en mi vida. Porque aunque puedan presentarse esas tormentas de una tristeza inexplicable, también es cierto que mi compromiso con vivir no ha sido más fuerte que ahora. No puedo explicar que es lo que ha provocado el cambio, ni siquiera puedo saber como he sobrevivido hasta ahora a cosas que en el pasado me habrían dejado encerrado bajo llave.
He ganado cierta calma. Me detengo con más frecuencia a escuchar, antes que a hablar. No busco tener la razón en las conversaciones, quiero aprender más de los otros. En esencia sigo siendo el mismo ser humano y me veo a mi mismo de forma más gentil. Aprecio mi nobleza, mi lealtad, mi capacidad de dar, mi inteligencia y mi intenso amor. Esto no lo decía de mi, sentía en cierta forma vergüenza de pensarlo. Hoy me doy cuenta que merezco recibir tanto como lo que soy capaz de entregar. Y es toda una historia nueva, es como si Arqui hubiese evolucionado desde una versión anterior.
El ejercicio de escribir esta bitácora me ha servido. Quizá es una conversación conmigo mismo. Y esta vez me escucho con más atención. Me libro de ataduras, de formas de comprender el mundo que no me ayudan. Este nuevo Dasein que se ha forjado, ve con mayor ambición el porvenir.
También quiero un amor bonito que me llene de alegría, un amor que me de besos y no mortificación
También ha cambiado la forma como interpreto al mundo. Dicho cambio en mi percepción ha logrado una transformación que quizás pocos, además de mi mismo, puedan apreciar. Es como si en parte algo de lo que estaba roto en mi alma se ha recompuesto.
No tengo claridad sobre lo que he de hacer en mi vida en este momento. No sé que caminos tomaré. No tengo planes. Sólo tengo la certeza de que mi emocionalidad no hará más estragos en mi vida. Porque aunque puedan presentarse esas tormentas de una tristeza inexplicable, también es cierto que mi compromiso con vivir no ha sido más fuerte que ahora. No puedo explicar que es lo que ha provocado el cambio, ni siquiera puedo saber como he sobrevivido hasta ahora a cosas que en el pasado me habrían dejado encerrado bajo llave.
He ganado cierta calma. Me detengo con más frecuencia a escuchar, antes que a hablar. No busco tener la razón en las conversaciones, quiero aprender más de los otros. En esencia sigo siendo el mismo ser humano y me veo a mi mismo de forma más gentil. Aprecio mi nobleza, mi lealtad, mi capacidad de dar, mi inteligencia y mi intenso amor. Esto no lo decía de mi, sentía en cierta forma vergüenza de pensarlo. Hoy me doy cuenta que merezco recibir tanto como lo que soy capaz de entregar. Y es toda una historia nueva, es como si Arqui hubiese evolucionado desde una versión anterior.
El ejercicio de escribir esta bitácora me ha servido. Quizá es una conversación conmigo mismo. Y esta vez me escucho con más atención. Me libro de ataduras, de formas de comprender el mundo que no me ayudan. Este nuevo Dasein que se ha forjado, ve con mayor ambición el porvenir.
También quiero un amor bonito que me llene de alegría, un amor que me de besos y no mortificación