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Retrato de joven

Caracas, Venezuela

Hombre del campo

Sabana Redonda, Lara, Venezuela

Joven emprendedora

Impact Hub, Caracas, Venezuela

Mujer de Birongo

Birongo, Miranda, Venezuela

Retrato de la risa

Birongo, Miranda, Venezuela

Ciegos


Ciegos.
Juntos tu y yo sin vernos...
oteando el mismo horizonte...
buscando los mismos sueños.
Toma mi mano y andemos...
deshilvanando el destino...
tejiendo el futuro nuestro...
un armazón de cariños...
un horizonte de besos.

Dama escorpión

A ritmo rápido corría sobre las arenas ardientes, amarillas, cambiantes...
de lagarto la vida no es compleja, ni simple, sólo sencilla...
escapando del abrazante sol, seguía un camino sin señales, sin destino...
divisé tu silueta lejana, el tornasol que reflejabas y sin dudar hacia ti enrrumbé...
ya cerca, una hermosa danza comenzó la pareja, de seres tan distintos...
tu figura imponente, de una belleza en mi vida sin igual, me hizo cautivo...
pude ver tu aguijón, y de dentro intuí el peligro, pero nada ocurrió...
de forma ingenua y serena, permanecí todo el tiempo que pude, todo lo que quise...
pero tu naturaleza es severa, el rayo en mi pecho estrelló, mientras el punzante veneno me recorrió...
ácido en las venas, quemábame por dentro, de dolor padecía, yo mismo quería terminar mi vida...
me agazapé entre las piedras, comí de amargas hierbas, de ti me alejé porque temía...
Ha pasado tiempo ya de aquel evento, la cicatriz oculto bajo el pecho y el recuerdo guardo con secreto...
pero recorro las mismas arenas, buscando sin cesar tu encuentro...
para apreciar de nuevo tus líneas contra el viento, danzar de nuevo junto a ti en el tiempo...
ser presa de tu aliento, mirar en tus ojos bellos, sentir el fluir de mi sangre...
¿de que sirve la vida sin el portento de ver de nuevo tu cuerpo?

Te has hecho extraña para mí.






Te has hecho extraña para mí.
Tan sólo ayer sentí cobijo en la calidez de tu vientre,
hoy es como si un manojo de cardos y espinas allí creciesen.
Te has hecho extraña para mí.
Construí un futuro juntos, un hogar, una esperanza,
destino incierto, oscuro, frío, lúgubre y caótico es lo que ofreces.
Ya no te reconozco.
Las líneas de tu sonrisa, el brillo de tus ojos, la gracia de tu pelo,
se ha perdido, se ha extraviado.
La cadencia de tu caminar, el sabor de tu piel y tu aroma,
ya no están, se han marchado.
Me haces falta.
Y sigo aquí, aferrado a quererte, atado a tus símbolos
Sin este origen nuestro estoy desguarnecido, sujeto a desvarío
Porque eres la tierra de mis sueños y desvelos

Mejor me apuro y me visto

Sentir tal soledad, que en una conversación conmigo mismo no haya respuesta...
las memorias se deshacen en el viento, como arenas lanzadas al aire...
un ardor vibrante coge camino en los ojos y desciende hasta la barbilla...
y el tomar aire, para luego exhalarlo, es una tarea pesada.
Es así como puede sentirse un día, cuando extraño lo que tuve...
lo que ahora está perdido.
Y miro a mi derredor, un mundo yermo que poco complace a designios míos...
clamo a Dios, quien no responde, porque me siento extraviado en tanto desvarío...
busco fuerzas que no son mías, que den consuelo a mi alma este día...
y repaso cada recuerdo, como si ellos pudiesen traerte conmigo.
Y es que una vez lo tuve todo.
Otra vez lo he perdido.
Y aunque adolorido, por estos golpes certeros del destino...
mi cuerpo pide no acompañarme así, casi dormido...
me miro a mi mismo y con un gentil suspiro...
me digo, sigue adelante, cruza la vida amigo...
porque aunque hiera mucho el haber querido...
siempre valdrá la pena lo que he vivido contigo.
Y quizá mañana, cuando de este episodio ya haya olvido...
encuentre otra alma errante que me acompañe de nuevo...
como tu lo hiciste conmigo.
Al final, siempre habrá historias que me traigan regocijos...
labios ansiosos de mis besos, que se unan a los míos...
unos amores eternos, que se hacen fugaces conmigo.
No quisiera tener que olvidarte, pero eres pasado esquivo...
y hay un presente de luces que no espera por este ser mío.
Mejor me apuro, me visto y comienzo a ser feliz conmigo.

Con tu voz como sosiego

Amor - Alexander Milov
Caminando presuroso entre una esquina y otra...
el corazón apretado en el pecho...
el granito del suelo que me asalta los ojos...
de pronto la inusitada silueta, hecha sombra, de una mujer que recuerdo.

Mi vista se extravía al delinear los trazos de ese cuerpo...
el aire se agolpa, tratando de escapar y a la vez ahogarse...
un suspiro lerdo.

Mis labios acometen un saludo, que ansía ser beso.

Recuerdos se estrellan como una parvada de aves en el muro de mi memoria...
¿cual de todos ellos será el más grato, el más travieso?...
una sonrisa atolondrada por la emoción sale a tu encuentro...
es la gloria de verte, otra vez, como antes no lo había hecho.

Mi mente no sabe a donde nos guiará este diálogo de almas...
quizás a estar más juntos que nunca, como yo quiero...
o a un vuelo separado y distinto, que no deseo...
pero este instante crece alto, como un fuego intenso...
porque confía que mi esperanza vibre, con tu voz como sosiego.


A virtual love serenade